REGIÓN GRANADINA. Mapa de los ferrocarriles españoles, fines del s. XIX o inicios del XX, p Instituto Geográfico Nacional, regiones de Granada y Andalucía
La visita a las milenarias minas se inicia una mañana fría pero particularmente hermosa, como suele ocurrir en Granada, una de las cuatro provincias de Andalucía Oriental. Partimos de la zona próxima al cementerio de San José, uno de los cementerios históricos más bellos de España y Europa. Los tres montes en que se encuentran la Alhambra, el Generalife, el cementerio, los palacios nazaritas de los Alijares y Daralarusa, y el parque periurbano de Granada están compuestos por un material, el "conglomerado Alhambra" de la edad del Plioceno con unos 5 millones de años, el cual viene de otro conglomerado anterior procedente de la erosión de la parte alta de Sierra Nevada, compuesto entre otros minerales por oro, que ya fue extraído por los romanos, en concreto en el lugar situado entre Cenes y la Lancha. La mina fue explotada por el método “ruina montium”, que consistía en debilitar la masa rocosa inyectándole agua, para lo que se excavaban una serie de pozos verticales y galerías horizontales justo hasta el borde del monte, pero sin salida directa al exterior, así se debilitaba la consistencia de la masa rocosa, cosa que provocaba un derrumbamiento brusco con un ruido ensordecedor. El agua era llevada por un canal de unos 10 km de longitud desde el río Beas hasta la mina.
Durante el periodo de dominación musulmana continuó la explotación añadiéndose nuevas canalizaciones desde el Genil y sus afluentes.
A finales del siglo XIX los franceses investigaron la viabilidad de volver a explotar la mina, pero sus primeros trabajos fracasaron, pues la búsqueda la iniciaron el los materiales desechados por los romanos. Seguidamente buscaron en el terreno virgen obteniendo buenos resultados por lo que construyeron un canal de 16 km hoy conocido como Canal de los Franceses, que recibía las aportaciones del río Aguas Blancas, ya que el anterior romano hubo ser desechado por su deterioro. Así mismo levantaron una factoría de purificación del oro hoy en ruinas.
Los problemas derivados de la falta de agua y la necesidad de usar cianuro para la separación del oro, hicieron que la factoría cerrara en pocos años, quedando hoy la Alhambra y aledaños asentada sobre una tierra gran riqueza que aporta oro a las arenas de los ríos Darro, Dauro para los romanos, y Genil, Síngilis.
Olivares Granadinos, con olivos de un sólo tronco, elevado para permitir el cultivo de la tierra que bajo ellos se extiende. La altura del tronco hace unas décadas era mayor que en la actualidad.
Al fondo Sierra Nevada, la atalaya de Andalucía Oriental, por divisarse desde ella las cuatro provincias que la componen históricamente, Almería, Granada, Jaén y Málaga.
Tierras cargadas de oro, Granada, qué pobre eres siendo portadora de tantas riquezas. En efecto, grandes extensiones de lo que fue el reino de Granada y Jaén y luego Andalucía Oriental, hoy son muy pobres a pesar de los grandes recursos artísticos, paisajísticos, agrícolas...
En marcha...
El Veleta nos observa con su blancura inmaculada.
La gran mole del Cerro Huenes
La lejana sierra de Alhama que nos une a Málaga, la provincia hermana, y justo ante ella, Monte Vive, un rico yacimiento minero.
Escarcha en el suelo.
La sierra cambia con las horas y la luz
Los Alayos y la Boca de la Pescá
El Purche, y tras él, el Veleta ocultándose entre las nubes que bajan lentamente.
Antiguas canalizaciones de Agua nos sirven de camino, pero cuidado, los hundimientos son frecuentes:
Uno de los viejos acueductos hoy usado de puente
Otro paso elevado del acueducto.
¡Cuidado con los hundimientos del viejo acueducto!
Escarcha en la vereda.
Restos de nieve.
Llegamos al espectacular paisaje.
“Ruina Montium”
Espectacular tajo producido por la destrucción de todo un monte.
Este profundo hoyo fue una elevada loma.
Túneles producidos por los romanos para provocar los desprendimientos.
Túneles excavados por los romanos para provocar los desprendimientos.
Más canalizaciones
Vieja encina
Y ya bajamos hacia el río Darro, el Dauro d los romanos, llamado así por sus arenas auríferas procedentes de estos montes. El río Darro tuvo buscadores de oro desde época romana hasta los años 60. Con el oro extraído a su paso por Granada, fueron fabricadas 3 coronas, la primera en el siglo XVI para Isabel de Portugal, esposa del Emperador Carlos V; en el siglo XIX, una para Isabel II y otra para el poeta José Zorrilla.
Valle del Darro
En el fondo del Valle una desgraciada imagen, un valioso monasterio en ruinas por el desinterés y abandono, Jesús del Valle, que había sido propiedad de los jesuitas, quienes sí lo conservaban en buen estado.
Abandono de un magnífico conjunto de edificios semihundidos y expoliados por la dejadez.
tras bajar al valle, Valparaiso, subimos hacia la acequia Real de la Alhambra. La actual es una construcción reciente pues la primitiva quedó destruida por un deslizamiento del terreno.
Subiendo a la acequia Real.
Acequia real moderna.
Una de las bocas del túnel de la acequia.
Bella vereda a media ladera del Cerro del Sol entre robles.
Bosques de encinas y robles enciniegos.
Rosal silvestre
Los jabalíes remueven el terreno buscando alimento.
Pequeños y hermosos valles se acercan al Darro.
Al otro lado del Valle del Paraíso observamos la abadía del Sacro Monte. Lugar lleno de arte y misterios. Hay quien afirma que pudo ser un laberinto iniciático similar al santuario de Apolo en Delfos, pero nos alejamos de nuestro objetivo y debemos seguir nuestro camino.
La cerca nazarí de Don Gonzalo construida con el dinero del rescate pedido por los musulmanes por liberar a este obispo. Fue levantada por cautivos dedicados a trabajos forzados. Una vez acabada la obra, el obispo prefirió que liberasen en su lugar a los cautivos que habían logrado sobrevivir a los malos tratos, muriendo él preso.
Ya casi al final del recorrido nos topamos con el castillo musulmán de Santa Elena. que se desplomó recientemente y ha sido restaurado en parte.
Uno de los antiguos puentes del Darro, río cuyas arenas contienen oro proveniente del Cerro del Sol y de la Sabica, la colina de la Alhambra, que ha estado sacándose hasta hace unos cuarenta años y usado, entre otras cosas para elaborar tres coronas, una para la emperatriz Isabel, esposa de Carlos V, otra para Isabel II de España y una tercera para el poeta Zorrilla.
El otro río granadino portador de oro es el Genil, Su significado es "Cien Nilos". Los romanos lo llamaron "Singilis", los árabes lo llamaron "Sinyil", quienes lo describían como uno de los más bellos y maravillosos ríos que entonces existían. También de sus arenas se extrajeron cuantiosas cantidades del metal precioso, actividad que aún se realizaba en los años sesenta del siglo XX.
El conocido como Puente Romano del Genil, aunque los sillares que lo forman son del periodo califal. Sus arenas contienen oro proveniente del cerro del Sol.