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| Estilo Alhambrista |
Además de museo, este espacio, es la Escuela Española del Bonsái, con un excelente profesor, D José Antonio Joya, el único titulado en España. Escuela a la que han venido grandes maestros a nivel mundial. Además colabora Rafael Rodrigo, excelente paisajista, miembro además del Grupo de Cultura de la Región de Granada.
La demostración va a comenzar en un lugar Magnífico por su belleza y tranquilidad. Los asistentes se acercan a ocupar sus asientos.
La demostración consiste en el trasplante de un bosque de arces, que fue donado por el maestro Giorgio Castagneri en recuerdo de las víctimas del 11 M.
Tenía 11 árboles, número que recuerda al atetado del 11 M, uno se había secado y era necesario reponerlo, quedaban 10 y el número no puede ser nunca par en este arte de los bosques de bonsái, por ello hay que añadir otro arce.
Primero se marca el contorno del viejo bosque en la superficie de pizarra y se procede a apartar plantas secundarias que se volverán a poner al final.
En este caso el ayudante del profesor, realizó una poda de las puntas secas de algunas ramas
Los elementos vegetales menores que daban naturalidad al conjunto, como esparraguera fina, un helecho y el culantrillo o cabello de Venus, una vez quitados, para evitar que sufran, se colocan en una bandeja con agua.
Acto seguido se despega el bosquecillo con cuidado usando espátulas y otros instrumentos, para dejar la libre la gran pizarra que lo sustentaba.
El profesor y su ayudante levantaron el sustrato con el conjunto de raíces en una pieza, comprobando el buen estado de estas, pues no había ninguna negra, es decir podrida.
El bosquecillo se colocó en una mesa auxiliar próxima para dejar libre la pizarra.
A la pizarra hay que dotarla de nuevo sustrato de enraizamiento, para ello se inicia el primer paso, levantar un pequeño muro de keto, una tierra especial japonesa con elementos de origen volcánico, que evitará que el sustrato se salga del conjunto con los riegos. El keto termina endureciendo aunque permite el paso del exceso de agua de riego y el desarrollo de las raíces dentro de él.
Preparación del keto: se coge la cantidad necesaria de esta tierra y se amasa con agua para que quede una pasta con cierta consistencia. En esta imagen las manos del profesor preparando el Keto:
Con la pasta se hace una especie de pequeño muro en torno al espacio que ocupará el bosque. Previamente el profesor hizo una marca blanca para saber el espacio exacto que englobará el murillo. Este nuevo elemento se integra con el conjunto del sustrato y termina por no verse como ocurría en el antiguo bosque que se está trasplantado:
En el viejo bosquecillo de bonsáis el antiguo muro de keto no se ve gracias al musgo natural que se le puso y que enraizó en él:
Una vez realizado el cerco de keto se echa tierra en el interior, que puede ser de tres tipos principales según las necesidades de acidez de la planta:
- La akadama, una arcilla neutra de origen volcánico en forma de granos, que se vende clasificada en grano pequeño o más grande, procede de Japón y permite el riego frecuente por la facilidad de drenado; además favorece la oxigenación de las raíces, ya que no sufre los encharcamientos propios de la turba si se riega en exceso. Cada bolita almacena agua y nutrientes en su interior. En algunas ocasiones se puede mezclar con otras tierras. La akadama tiende a deshacerse y perder las propiedades con el tiempo, por lo que debe ser renovada en los trasplantes. Una posible solución sería la mezcla de akadama y pomice, también granulado, que no pierde su estructura, con ello conseguimos que el sustrato no se compacte en demasía con los años.
- Kiryu, Kiryurzuna, También es una arcilla de origen japonés que contiene hierro y se considera un componente adecuado para el sustrato de las pináceas.
- Kamuna, es una arcilla volcánica ácida para azaleas y rododendros.
Algo importante que tener en cuenta es que al comprar un bonsái habremos de cambiarle la tierra o sustrato, pues en las tiendas no especializadas es frecuente encontrarlos sembrados en tierras baratas de mala calidad que terminarán matando al ejemplar.
Una vez acabado el murillo de keto el profesor rellenó el espacio sólo con akadama, sustrato ideal para los arces rojos.
Una vez acabado el murillo de keto el profesor rellenó el espacio sólo con akadama, sustrato ideal para los arces rojos.
La akadama tiene una peculiaridad, si está seca su color es claro indicando necesidad de riego, si tiene humedad suficiente estará oscura avisándonos de que no necesita riego.
Una vez extendida la akadama, se coloca encima el bosquecillo transportado con anterioridad, con mucho cuidado de centrarlo y orientarlo. Seguidamente se planta el nuevo arce en sustitución del muerto, se colocan las pequeñas plantas que le dan naturalidad al bosque, uniéndolas con keto si es necesario, y por último se coloca musgo en las partes nuevas, que no lo tienen. Este musgo fue cultivado por el ayudante del profesor y colocado principalmente por este último, el ayudante seguidamente lo fijó con grapas fabricadas in situ con un alambre de aluminio que no se ve en el trabajo ya terminado.
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| Bandeja de musgo cultivado |
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| Colocación sobre la akadama y keto del musgo natural cultivado |
Seguidamente se riega el conjunto y como último paso se pueden colocar piedras y alguna figurilla que le originalidad natural.
El agua mejor para regar es la de lluvia si no hay mucha contaminación ambiental, si no, se puede adquirir en ciertos lugares un filtro de ósmosis inversa para quitar cal y cloro, por menos de 100 €.
En último extremo, se deja reposar el agua del grifo unas horas en un cubo para que el cloro se evapore y los metales pesados, más ciertos minerales, se asienten; el agua de la parte superior se saca sin remover el fondo y se usa para regar. Remedio para personas en paro o con pocos ingresos, todo tiene arreglo.
También se puede usar agua del acondicionador de aire, más la de descongelar el congelador...
Por la tarde, en vista del éxito de la demostración realizada por la mañana, otro bosquecillo de tres arces de otra variedad, sobre pizarra también, se trasplantó añadiendo otros dos para que el conjunto quedase con cinco, número impar.
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| A inicios de marzo, la primavera llega a los bonsáis del museo. |
