SIERRA NEVADA, Camino Real de los Neveros 1ª parte

El camino de los neveros está íntimamente ligado a Granada, por él subían estos sufridos trabajadores, que tras agotadoras y heladas jornadas de acumulación de nieve en  pozos excavados para conservarla mejor hasta el verano, bajaban este frío tesoro para refrescar a los habitantes de la capital del reino en los calurosos días veraniegos. Las bebidas frías eran tomadas en agradables reuniones en los cenadores de los frescos patios granadinos, donde la población, seria (y de ahí la erróneamente llamada "malafollá") pero comprometida con los amigos, sabía filosofar o reír cuando las circunstancias lo requerían, en contraposición a aquellas personas que de primeras parece que te lo van a dar todo y luego no te dan nada, o aquellas otras para las que todo es charanga y pandereta; el espíritu granadino se parece al castellano, con el toque cálido de los días estivales y la frescura de sus noches.

Salimos de Huétor Vega disfrutando del sol de noviembre.

Entre las viñas que producen el famoso vino de Huétor Vega.
Andalucía Oriental, y dentro de ella Granada, posee muy buenos vinos, bastantes con abundancia de premios internacionales.

Las nubes nos siguen en la subida

En la lejanía, sobre las nubes, los dos piquitos de la Boca de la Pescá.

Huétor Santillán, en la sierra del mismo nombre, y al fondo Sierra Arana con las cumbres nevadas.

Micaesquisto con granates, muy abundante por la zona.

Las nubes nos persiguen nuevamente.

Nubes que embellecen el paisaje

En lo profundo la localidad de Pinos Genil junto al río del mismo nombre, el Síngilis de los romanos 

El Purche al final del camino, destino de la primera etapa.

Imágenes de las nubes desplazándose a nuestro alrededor

El Purche es una meseta, protegida por lomas, con un ambiente agradable, donde se puede hacer un descanso o pasar un buen día

El grupo termina la subida

Las nubes amenazan con el tiempo siempre cambiante de  Sierra Nevada

Las nubes de nuevo nos traen el otoño

Viejos cortijos... Por estos lugares se levanta el cortijo u Hospital de Don Fermín levantado por el dolor de un padre con un hijo enfermo de tuberculosis, en una época en que no existía una medicación efectiva, buscaba la curación de estos enfermos en los aires puros de Sierra Nevada. La subida, llena de esperanza, a veces, no tenía retorno.

Castañas dentro de sus cápsulas espinosas

Excursionistas recogiéndolas

Restos de la ermita de un cortijo

La vuelta

Los rebaños pastan en las suaves lomas

Atrás quedan las cumbres nevadas.

El quebrado valle del Río Monachil, cruce de fallas y lugar de paisajes asombrosos como los Cahorros con el puente colgante, la cascada y la garganta donde han quedado encajadas entre sus laderas rocas de cientos de toneladas de peso.

En el cerro de los Majojos.

Collado del Contadero, lugar donde cada pastor separaba sus animales para lo que debían hacer recuento.

Una de las grandes fallas del lugar.

Templo mudéjar de Santa María de la Encarnación, s XVI, con elementos renacentistas.

Portada renacentista del lateral del templo.