La Sierra de Lújar, con una altitud de 1878 metros sobre el nivel del mar, se sitúa al sur de la española provincia de Granada (una de las cuatro que componen la Región de Granada absorbida por Andalucía, en el sentido de que han desaparecido casi todas sus instituciones y sus símbolos no han sido recogidos en la nueva autonomía creada hace unos 30 años) . Forma parte de la cordillera Penibética. Sus límites son:
- Al norte y al oeste el río Guadalfeo.
- Al este la sierra de la Contraviesa.
- Al sur el mar Mediterráneo, en concreto la parte conocida como mar de Granada y golfo de Granada, denominaciones también eliminadas hoy día.
Su cumbre, bastante llana, es un paraje que recibe el nombre de los "Pelaos".
Se encuentra repartida entre los términos municipales de Lújar, Gualchos, Rubite, Torvizcón, Órgiva, Vélez de Benaudalla y Motril.
La sierra de Lújar Vista desde Capileira, en la Alpujarra alta. |
Flora y fauna de la sierra
Debido a su altura y situación, tiene lugares que varían grandemente en lluvias, humedad y temperaturas, esto hace que haya diferencias notables entre los diferentes tipos de vegetación.
Entre los árboles abundan
- La encina (Quercus rotundifolia) que va recuperando su superficie inicial tras haber sido cortada en el pasado para los ingenios de azúcar de la costa, las abundantes minas de la sierra y para la fabricación de carbón vegetal.
- El pino carrasco (Pinus halepensis).
- El pino silvestre (Pinus sylvestris), en las zonas más húmedas.
- El quejigo (Quercus faginea).
- E acebuche, antepasado del olivo actual.
- El algarrobo en zonas mas abrigadas de los fríos.
- Cornicabra (Pistacia terebinthus), pequeño árbol de gran valor ecológico que soporta bien la sequía y las heladas.
Entre los arbustos y plantas menores encontramos gran variedad, tomillo, romero, esparto, yedras, palmito... que se sitúan en unas zonas u otras dependiendo de sus necesidades de agua, luz y temperatura.
Entre la fauna abunda la cabra montés, y jabalí, y en menor medida las ardillas en los pinares, también carnívoros como el zorro, la garduña, la gineta o el gato montés. Hay que tener cuidado con reptiles la víbora hocicuda por su mordedura venenosa. Entre las aves encontramos variedad, rapaces (águilas reales y perdiceras, halcones, búhos, cernícalos...) y una enorme diversidad de otras de mayor tamaño, pero no por ello menos importantes y bellas.
Hoy día, el mayor riesgo que amenaza a la flora y fauna son los incendios provocados en demasiadas ocasiones. Ya lo escribía Antonio Machado:
El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.
Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
Órgiva en un día nublado. Al fondo la sierra de Lújar tiempo antes de la excursión que aquí se narra. |
Nuestra visita se realizará siguiendo el barranco de Castillejos, llamado así por el Castillejo musulmán existente en su unión con el río Guadalfeo, en el término municipal de Órgiva
En primer plan la meseta inclinada donde se sitúa el Castillejo, una fortificación musulmana de vigilancia del paso. El barranco de los Castillejos detrás. |
El municipio granadino de Órgiva, donde se inicia el recorrido. Imagen de WIKIPEDIA |
El barranco de los Castillejos, el más largo y profundo de los de esta sierra granadina, está encajado entre elevados riscos calizos en los dos tercios inferiores de su recorrido, también presenta pedreras o canchales inestables de fuerte pendiente donde las piedras sueltas dificultan el paso a los excursionistas. En las zonas más altas se va abriendo permitiendo una mayor iluminación solar.
El sol comienza a iluminar la mañana en las cumbres de la sierra. En el centro unas minas en funcionamiento aún. Minas de Carriles. |
La sierra de Lújar ha sido desde finales de la prehistoria fuente de minerales de plomo y otros metales en menor medida. Hoy día multitud de galerías llegan a las entrañas de la tierra, algunas son lugar de refugio e invernada de varias especies de murciélagos, pero cuidado con los numerosos pozos verticales de ventilación de estas galerías, algunos de ellos a ras de suelo y sin ningún tipo de aviso pueden provocar caídas mortales.
Un cortijo granadino en estado de semiabandono, tan distinto de los de los grandes latifundios andaluces. La región de Granada tiene su cultura, economía y carácter propios. |
Las rocas usadas para labrar columnas y otros elementos arquitectónicos en la costa de la región. Conglomerados tipo brecha. |
Floración invernal aprovechada por las colmenas de la zona Estas sierras libres de contaminación dan muy buena miel. |
Planta trepadora en plena floración a pesar de estar a final de Navidad. |
El fondo del barranco siempre sin agua, el terreno calizo hace que discurra por el subsuelo. En este tramo casi no hay pendiente. |
Acebuche, el antepasado del olivo. |
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