RECORRIDO POR LA SIERRA DE LA SAGRA, LAS MARIANTONIAS Y LA ERMITA DE LAS SANTAS

El sábado 22 de mayo iniciamos el recorrido partiendo de la localidad de Huéscar. Tomamos la carretera que va a Castril, a unos 3 km nos desviamos a la derecha con dirección a La Puebla de Don Fadrique y La Losa, a unos km encontraremos las Mariantonias bien protegidas por doble alambrada para alejarlas de indeseables que las puedan dañar.

Mariantonia es el nombre que reciben las secuoyas gigantes del cortijo de la Losa en la Sierra de la Sagra, a unos 23 km de Huéscar.

Este nombre, Mariantonia, procede del nombre científico de estos gigantescos árboles (Wellingtonia o Sequoiadendron giganteum). Hay dos grupos de ellas separados unos 200 m y un árbol solitario entre los dos. El Habla Granadina hace a veces estas modificaciones de nombre.

Su edad es de algo más de 150 años y sólo tienen unos 50 m de altura pues son muy jóvenes aún. 

La ermita de las Santas Alodía y Nunilón

Se sitúa a 1.265 m de altitud, en la falda oriental de la sierra de la Sagra, sobre un hermosísimo valle, el que formó el río Barbata o Huéscar, que baja desde de los Collados de la Sagra y la cara Norte de esta colosal montaña solitaria que se ve desde cientos de km.

Está dedicada a estas niñas huérfanas condenadas a muerte y decapitadas por un tribunal musulmán por ser cristianas en tiempos del califato de Córdoba y no querer perder su libertad de creencia. Estuvieron encarceladas en la provincia de Huesca, en el norte de al-Ándalus, es decir de la Hispania dominada por los musulmanes.

Las Santas Alodía y Nunilón con la palma del martirio en sus manos.

En este lugar se produce la entrega de las Santas Patronas Alodía y Nunilón, uno de los actos más emotivos de la romería que va de Huéscar a La Puebla de Don Fadrique.

Junto a la ermita hay una preciosa área recreativa con agua y viejos árboles. Desde aquí se pueden hacer diversas excursiones por la sierra: la subida al pico de la Sagra, el sendero hacia el Puente de Hierro sobre el río Barbata…

Tras la visita continuamos camino a La Puebla de Don Fadrique para regresar a Huéscar por la noche.

Por el camino disfrutamos de las vistas de la Sagra, que se eleva como una colosal montaña solitaria impresionando por su tamaño.